La pulverización térmica o metalizado es una técnica efectiva que consiste en rociar metal fundido sobre diferentes tipos de superficie.
El metal sirve de escudo y protege el material de los agentes agresivos de la atmósfera, evitando así su oxidación durante al menos 15 años incluso en los ambientes más extremos y agresivos. Además consigue que la pintura se adhiera mucho mejor que con otras técnicas como el galvanizado.