La base de una vida larga y duradera para tu pintura depende de la preparación del material sobre la que se aplica. Por eso creemos firmemente que el chorreado es uno de los pasos imprescindibles en el tratamiento de superficies y lo cuidamos con especial detalle.
Con este sistema, no sólo eliminamos los contaminantes del acero, sino que también conseguimos modificar la superficie para que la pintura se adhiera a la perfección. Además, adaptamos la técnica al material para conseguir el mejor resultado en cada superficie, ya sea acero al carbono o cualquier otro tipo de metal.